SALA DE HOSPITAL




El Gabo azul... y Natalia sosteniendo el símbolo de nuestro club de Astronomía Marco Antonio Quijano
Se ha retomado el camino de la creación en QUEBEC a través del taller de creación propiciado por el Proyecto Mnemosine y que hemos bautizado como Taller de creación y asombro El Gabo Azul. Nicolás es el primero este año en atreverse a proponer un texto para su publicación... y aquí lo ofrecemos a los lectores de nuestro blog. De fondo un llamado de atención esperanzado, una lección para los adultos que parecen persistir en mantener la infamia... y sí señores hablamos del contexto político actual... Ahí nos vemos...



SALA DE HOSPITAL


Nicolás Sandoval IE QUEBEC
Nicolás Alejandro Sandoval Becerra

(13 años)

Uno se pone a pensar y se pregunta ¿Por qué vine a caer en este mundo? ¿Vale la pena vivir? ¿Por qué nací? ¿Cómo vivo en este país que la verdad parece más un basurero? Este país ya no debería llamarse República de Colombia sino Republica machista, ladrona, ignorante, idiota, sin valores, etc. Son tontos los nombres que tiene este país del sagrado corazón en el que se acostumbraron a rechazar la necesidad de ponerse en los zapatos de los demás y en el que solo pensamos en nosotros mismos; aquí se prefiere la mediocridad y la “jartera” a la lectura y el deporte. Uno se pone a pensar y se pregunta ¿Esto cambiará algún día? ¿Se podrá tener algún día un país en el que primen los valores y la democracia? Aquí en este árbol escucho el viento  y veo cómo las hormigas trabajan unidas y trabajan por todas. ¿Esto será posible para los humanos? Más bien agacho la cabeza contra el árbol y el viento ahí, entre las ramas, al margen de lo que hacemos los humanos.

Pienso en eso ahora y veo a las hormigas, y siento que mis ojos se llenan de lágrimas y eso me provoca más bien una sonrisa porque al levantar  mi cabeza miro al frente y siento que pierdo las esperanzas al ver la realidad… esos medios de comunicación, esos políticos, esos que los eligen, y entonces me da piedra ver cómo nos acostumbramos a vivir así; me da piedra que esto no cambie; me da piedra ver cómo algunos de los pobres con los que habitamos terminan volviéndose ladrones imitando a los ricos que nos mandan; como si se dieran ejemplo los unos a los otros. Pero los pobres en realidad somos el resto: pobres y ricos robando para volverse ricos, y eso me da piedra.
Transbordador construido con material reciclable
por Luis Miguel Rojas IE QUEBEC

Me da piedra ver como los ricos desperdician tanto el agua lavando gatos que por cierto ellos se bañan sin usar agua, y por aquí en esta vereda, nosotros sin agua. Imagino que lavan sus carros o sus limosinas; y aquí sin con que poder hacer la sopa o una agua de panela; me da piedra que no haya ni quinientos pesos para poder comprar un costal y llevar una cosecha o un poco de mercado, mientras los ricos aquí tienen hasta para limpiarse el trasero con sus dólares. Da piedra ver cómo un pobre se la pasa trabajando como un animal hasta que terminarán en la sala de un hospital en dónde tardarán horas en atenderle su pobreza y su desnutrición. Eso parece este país una sala de urgencias.

Da piedra escuchar que un hombre le pega a su mujer y todo porque ella se preocupa diciéndole ¡No tome tanto que le hace daño¡ O le pega porque la moza no le dio a él lo que quería.

Me da piedra ver cómo se da el maltrato animal y cómo hay gente sin corazón botando los animalitos a la calle; y ver cómo los agarran a patadas porque aquí se patea al que tiene hambre, o lo meten a alguna perrera para matarle el hambre y la pobreza. 

Primer grupo que comenzó en el club de Astronomía 2016
y Luis Miguel Rojas El astronauta
 
Me da piedra que el pobre encima de todo se eche el vicio encima, y esas excusas que usan para meter vicio; me parece que es más bien cobardía. Y no continuó con  más defectos porque ya el viento como que trae la lluvia y sé que esto no lo dijo el viento en el árbol y sus ramas como era el requisito para escribir, y mejor me pongo a leer un libro que es de las pocas cosas interesantes que se puede hacer en un árbol aparte de colgarse como una fruta cargadas de rabia y de tristeza. Pero más allá de eso quisiera una siesta y que cuando me despierte esto fuera distinto, porque este país parece un mal sueño… del que uno quisiera despertarse y del que parece que no nos podemos despertar.


Comentarios

  1. ...en verdad da piedra ver cómo algunas gentes indolentes se visten con el traje de la indiferencia y no hacen nada por mejorar las condiciones de vida de la población vulnerable de nuestra nación.
    Mi abrazo fraternal y mi voz de aliento a mis queridos estudiantes de QUEBEC y a sus familias para no desmayar en la lucha por salir adelante.

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