EN ESTE PAÍS UNA FAMILIA
EN ESTE PAÍS UNA
FAMILIA
Los habitantes de
mi aldea Dicen que soy un hombre
Despreciable y
peligroso Y no andan muy equivocados
Despreciable y
peligroso
Eso han hecho de mí
la poesía y el amor
Señores habitantes
Tranquilos Que sólo a mí Suelo hacer daño.
Raúl Gómez Jattín
Bueno… ¿Usted cuántos años tiene? ¿Qué
es lo más loco que ha hecho en su vida? Perro es que la vida es tan corta que
si me quedara echado en la casa como hacen todos ustedes, primero me muero de
hambre, y lo otro es que no estoy viviendo ¿Entonces?
A mi hermano y a mí nos tocó salir
volados del Puerto, porque este marica estaba peleando con un jibaro por la
cuadra a ver quién se quedaba vendiendo la mercancía ahí y en esas se metió la
mamá de la gonorrea esa… y él le metió su puñalada.
Menos mal que mi tío se hablaba con el
duro de la zona, si no, los “paras” de una nos pelaban. Y si anochece no
amanece para nosotros, entonces a las cuatro de la mañana nos levantó mi tía
para que saliéramos a coger camino.
Salimos a las cuatro de la mañana con
quince mil pesos que solo nos sirvieron para un almuerzo. Salió la primera mula
que vimos y, los que se trepan. Llegamos a Puerto Boyacá y ahí hay un desvío;
Río Negro, Río Negrito, Guarinocito, Honda, y ahí sube; Sabaneta; toda esa
mierda… Bogotá.
Y en el desvió coge para Medellín… y
bueno… entonces la mula iba para Medellín y tocó botarnos, “DEJENOS POR AQUÍ” y
nos asomamos; el man frenó; medio frena y nosotros nos botamos, llegamos ahí, pedimos
limonada y toda esa chimbada y cogimos otra mula que frenara ahí, pero que
fuera para Bogotá; nos hicimos los maricas y de una, volvimos y nos colgamos; y
arrancamos ahí pá arriba.
La primera parada fue en Guarinocito,
almorzamos, volvimos y cogimos otra mula porque esa cogió el desvió; esa iba
para Ibagué. Entonces cogimos pá Honda, y allá esa hijueputa cogió otro desvío
yo no sé pá donde putas, y nos tocó botarnos; ese día nos raspamos y hasta nos
tiramos y atravesamos Honda.
Llegamos al centro de Honda y nos
agarramos con los tombos “una requisa gonorreas” y pah… nos patearon. “Ustedes
son los rateros que están robando por acá malparíos” y nosotros solo les
decíamos que éramos caminantes, que hinchas y que íbamos pá Bogotá a ver el
partido, “cual hinchas gonorreas se van es bajando bazuqueos malparíos”.
Bueno y nos montaron en la patrulla y
nos tiraron en la salida.
Ahí esperamos un poquito una mula y nos
colgamos en un policía que hay en la salida de Honda.
Y ya nos cogió la noche por allá a las
once en el Alto de la mona, y ese frío; nos botamos a dormir.
Ya nos estaba cogiendo el sueño y colgados
pues paila, se queda uno dormido colgado y se mata.
Nos echamos en un restaurante que
estaba ya cerrado. De ahí arrancamos como a las seis de la mañana, pedimos
comida y tales; ahí le regalaban a uno. Y siga nuestro rumbo marica.
La segunda parada; ah y ahí pá arriba
suba páramo; por lo que es Armero Viejo se ve el hospital abandonado.
Bueno, esa noche nos quedamos en el
Alto del trigo, un alto más gonorrea. Y parce… estábamos como a cinco horas de Bogotá;
esa fue la segunda noche. Al otro día madrugamos y llegamos a Bogotá como a
medio día y solo colgados ahí atrás; si nos soltábamos paila nos matábamos así
que cogidos y bien duro.
Tocó atravesar todo Bogotá buscando la
ciento setenta, y bueno mirando que Transmilenio nos servía, y así hágale, entonces
nosotros esperamos cómo iban los colados para ver la vuelta como era, y ya
nosotros analizamos y así mismo lo hicimos nosotros; parce allá dimos.
Y ahí cogimos una mula; yo más o menos sabía;
yo me guié fue por una tierra que traen por ahí de los lados de Briceño;
entonces nos fuimos hasta la glorieta, y de una… yo dije esa tierra va para
Sogamoso, y efectiva que esa fue, nos montamos y llegamos acá como a las nueve
de la noche… con hambre, trajinados, sucios, raspados, vueltos mierda, ¡Sucios!
Llegamos y yo caí como una piedra, comimos y al otro día nos levantamos a
buscar trabajo, y efectiva conseguimos camello y nos pusimos a darle juiciosos.
Mi madre estaba más contenta y pues
parce… a cambiar de vida porque eso por allá estaba una gonorrea… y nos tocó
salir.
Yo por eso le digo que me conozco todo
el medio Magdalena, y todo me tocó fue… vea, guerreado; pero eso sí, ahí
analizándolo es que uno se lo conoce todo, y una chimba, ahhh y fume bareta en
esas mulas colgado… una chimba weon, severos paisajes también.
Perro yo he vivido muchas cosas marica;
he visto cosas chimbas, ahí una parte en el Alto de la Mona en el alto del
trigo que se ve el volcán del Ruiz el que destruyó todo Armero, el nevado del
Ruiz apenas se ve botando ceniza, una chimba.
Severas travesías y severas niñas, eso
es lo que me encanta de por allá, las mujeres. Lo vuelven a uno loco marica, y
unas niñas que usted dice yo a esta mujer le doy lo que sea weon, hermosas, y
todo naturalcito, pues no falta la operada pero uf, marica es que esas paisas
son muy bellas, esas viejas de tierra caliente son muy bellas. Y sí parce… y
veníamos hasta con unas gafas todos creídos, mi hermano venia en pantaloneta y
yo venía como con una sudadera; mal vestidos perro, pero la de los propios
locos.
Yo llevaba como tres meses allá, iba y volvía.
Porque la calle se lo lleva a uno rapidito, y más uno solo y todo inocente y no
pensaba; ahora ya porque pues uno busca es una estabilidad, si pilla, yo ya
pienso diferente; allá no.
Uno trabajaba y hacia lo de la semana y
el fin de semana a farriar. Ahora ya no, uno ya piensa es en un futuro, en cómo,
aprender a hacer algo, pero entonces hacer algo bueno.
Ahora pues todo le queda a uno de
experiencia; todo. Eso allá era muy chimba, esas discotecas allá, esas niñas,
las sacaba uno a bailar reggaetón… una cosa brutal, usted cada ocho días quiere
estar es ahí metido y quiere es que se repita. Y las drogas, todo fino, y regalado,
mucha maricada weon, pero todo una experiencia.
A Él lo mataron hace dos años por
defenderme… Él estaba ya cambiando y apenas se estaba fumando el único bareto
del día; ya lo estaba dejando. Se fue con resto de historias como esta por
contar, dicen que había vivido en Cali durante un par de años en la calle
perdido en las drogas, haciendo lo de vivir y fumar. Pero lo más triste es que
el día que se lo cargaron, su hija, ese mismo día acababa de llegar… venía con
la mamá… y si dejaba el vicio… podrían construir en este país una familia… en
este país una familia…
Comentarios
Publicar un comentario
Te invitamos a que comentes nuestras publicaciones y a que te suscribas a nuestro canal de YouTube MnemósineQuebec