¿QUÉ CELEBRAMOS?
¿QUÉ CELEBRAMOS?
Por Hernán Buitrago García
Profesor ciencias sociales
Guillermo León Valencia
Fotografía tomada el día de la visita de la Vicepresidenta al Pantano de Vargas No pudimos subir al Monumento Proyecto Mnemósine |
¿QUÉ CELEBRAMOS?
Hernán Buitrago García
Profesor ciencias sociales
Guillermo León Valencia
Por el año 1989
nuestro gran nobel García Márquez publicó “El General En su Laberinto”, obra
que en su momento y a pesar de la lluvia de críticas provenientes de los eminentes
académicos de la historia, ya por fechas o por lugares o en fin por
situaciones más de forma que de fondo, quisieron demeritar su valor literario.
Lo único cierto es
que para su momento el éxito de García Márquez
fue desmitificar el mito, es decir, presentar a Bolívar como un hombre
normal y corriente que responde a un momento histórico, social y económico de
los países latinoamericanos.
Creímos entonces
por algún instante que desmitificando a los héroes, “las
fiestas patrias” fueran un espacio de reflexión de crítica y
autocritica que nos llevara a tomar determinaciones de cambio con justicia social.
Hoy queremos “celebrar el bicentenario de la independencia“
¿de qué o de quien? Indudablemente en el proceso independentista las élites
criollas lograron obtener una gran participación en la construcción ideológica
y la elaboración política de idearios de soberanía y autonomía de los pueblos; pero solo ellos? NO,
seguramente hubiesen fracasado en el intento, necesitaron de las clases
populares de hombres y mujeres: negros mestizos e indígenas, todos aunando
esfuerzos sacrificando sus vidas, como siempre utilizando a los
marginados lograron el objetivo de la independencia.
Ahora bien, mientras
las élites criollas o como las llamara Jorge Eliécer Gaitán “la oligarquía
Colombiana”, mostraban su descontento y su indignación por la explotación de
los españoles desde su llegada, los grupos menos favorecidos que siempre han
sido mayoría, mostraron su inconformidad ante esa oligarquía por su exclusión en
todas las necesidades básicas que dignifican al ser humano.
Hoy 200 años
después y a pesar de las grandes luchas sociales de las clases marginadas, la
situación no ha cambiado: una camarilla liberal y conservadora camuflada en
nuevos movimientos y partidos siguen siendo los responsables de las grandes injusticias,
por ejemplo, ocupamos el séptimo lugar en el mundo entre los países más inequitativos, y el segundo entre los
países vecinos. La injusticia, la
miseria, la pobreza y la falta de una
buena salud y educación, como motores del verdadero cambio, han sido temas olvidados
por esa oligarquía, y por consiguiente, ajenos a la gran mayoría del pueblo
Colombiano.
Como si fuera poco
y para cerrar este capítulo, tenemos un gobierno que en lugar de buscar puntos
de encuentro nos quieren devolver a la violencia politiquera de los años
cincuenta. Entonces… ¿qué celebramos?
Comentarios
Publicar un comentario
Te invitamos a que comentes nuestras publicaciones y a que te suscribas a nuestro canal de YouTube MnemósineQuebec