COLLAGE DE HISTORIAS




Allison Barrios es una exalumna del Santoto (Duitama) y fue una de las fundadoras del Museo Vivo de la Memoria Histórica. Estudió en el SENA y ahora es estudiante de la Universidad Santo Tomás. Siempre ha estado pendiente del proyecto y ayudándonos desde la distancia. El 9 de abril de este año expuso en el Museo una instalación sobre un tema que se convirtió en una de sus obsesiones intelectuales y espirituales a lo largo de estos años, la violencia contra la mujer. Socializó con peatones al lado de los estudiantes de bachillerato de Duitama, de la UPTC y de peatones que poco a poco comprenden el propósito de nuestra estrategia pedagógica. Retoma casos alternos, es decir, de otros países como una forma de bordear el horror desde afuera hacia adentro, y a partir de allí provocar el diálogo.

Ahora que compromisos académicos nos permiten retomar el proyecto, publicamos parte de su socialización. Ante sus palabras, Borges: “Que la luz de una lámpara se encienda, aunque ningún hombre la vea. Dios la verá”. Gracias Allison por tu compromiso con la memoria. Y pasen la voz.
MFP


COLLAGE DE HISTORIAS

Por Allison Álvarez


“Tiempos de Gloria se aproximan, hay un pueblo de pie”

“Nuestro sueño es vencer”


Jaz Arenas-Campamento




Colombia ha sido testigo de muchos acontecimientos de dolor; y entre todos ellos me han impactado los que tienen como protagonistas a las mujeres; siempre sometidas, abusadas y explotadas. Parece que la violencia se ensaña más con ellas. Las heridas aún no curan, aún no sanan porque nosotros mismos nos hemos desentendido las causas, y justificamos dichos acontecimientos, a través de estigmas y con una indiferencia tan terrible que nos ha vuelto inhumanos.  

“Entre 1995 y 2011, la violencia en el conflicto armado ha generado el desplazamiento interno de más de 2.700.000 mujeres (cerca de 6% de la población total del país y el 51% del total de personas desplazadas). 15,8% de las mujeres desplazadas declaran haber sido víctimas de violencia sexual. Las mujeres pertenecientes a grupos étnicos indígenas y afrocolombianas se han visto afectadas de manera desproporcionada por la violencia derivada del conflicto; de 3.445 casos de homicidios de personas indígenas y afrocolombianas, el 65,5% eran mujeres.”

(ONU MUJERES, Colombia. Las Mujeres en Colombia. http://colombia.unwomen.org)

Hoy vuelvo a tocar heridas provocadas por una sociedad que deja impune el dolor y la muerte de muchas mujeres, víctimas de feminicidios y de tantas sevicias, cada día. Son heridas que nadie quisiera volver a tocar, no sólo por lo incómodo que resulta comprobar que somos una sociedad enferma, sino por todo lo que implica sentir y pensar en el dolor de los demás desde la empatía y desde la espiritualidad. Sin embargo, ese ha sido un logro del proyecto Mnemósine que explica el impacto en los peatones que visitan el Museo de la Memoria que hemos construido a lo largo de los años; a unos les incomoda lo que pasa hasta el punto en el que se niegan a aceptarlo mientras que a otros los hace reflexionar sobre los niveles de barbarie que nos rodea. 

Personalmente, ahora sé que es una necesidad volver a tocar estas heridas para mostrar el fondo de las mismas; para poder mirar a los ojos a una sociedad que no comprende la importancia del respeto y de la tolerancia; a una sociedad que necesita reconsiderar la idea de defender la dignidad y la vida de todas las mujeres y de todos los hombres de este país, porque ese es el camino para comenzar a sanarnos.

Pido disculpas a usted apreciado lector (en el Museo debemos ofrecer disculpas al peatón visitante) por si cree que no es necesario traer a la memoria algunos casos sobre violencia sexual contra la mujer. Nosotros creemos que sí es necesario para que las generaciones no olviden que la atrocidad no puede continuar, y que la impunidad nos disminuye como humanos y nos ata a la impotencia. Nuestro objetivo es generar conciencia y sensibilizar a un país que debe comenzar a proteger la vida. Nuestro objetivo es proponer una conciliación con el pasado, el presente y el futuro.  
Para usted que no conocía o no recordaba a estas niñas, y mujeres, víctimas de violencia sexual, lo, o la invito a desempolvar estas historias que aún no han sido dignificadas.


Una rosa que no escucharon. Rosa Elvira Cely, 35 años





Madre de una niña de 12 años. Vendedora ambulante durante el día y estudiante de bachillerato en la noche, brutalmente agredida en el mes de Mayo de 2012 en el Parque Nacional, Bogotá-Colombia, por uno de sus compañeros de estudio, llamado Javier Velasco.
Rosa Elvira sufrió un paro cardiaco, perdió la conciencia y al ser intervenida en el quirófano le encontraron la pelvis y el útero rotos como consecuencia de un palo que le habían introducido por el ano. Dentro del cuerpo se hallaron rastros de yerba y astillas. Fueron cinco días de lucha en cuidados intensivos. (REVISTA SEMANA, 2012)



Un cuento que no tuvo final feliz. Yuliana Andrea Samboní, 7 años







Desapareció de su casa el Domingo, 4 de diciembre de 2016. Un hombre se la llevó en una camioneta a la fuerza, cuando la niña se encontraba jugando en la calle, aquella mañana. Yuliana fue secuestrada, torturada, violada y asesinada por un exitoso arquitecto de 38 años, estudiado de las mejores universidades del país y con una muy buena estabilidad económica, llamado Rafael Uribe Noguera, constructor de casas y destructor de vidas (REVISTA SEMANA,2016). Luego de investigaciones y búsquedas, las autoridades encontraron a la niña desnuda y muerta en uno de los baños del apartamento de Uribe Noguera. Forenses e investigadores de la Sijin, confirmaron que Uribe Noguera había embadurnado el cuerpo de Yuliana con aceite de cocina para lograr borrar las huellas en el cuerpo, y que este “destructor de vidas” había golpeado, violado, y asfixiado a la niña de 7 años.


Su muerte marcada para siempre. Melany Steisy Amaya León, 16 años




Desapareció en Medellín un 28 de junio de 2018 y encontraron su cuerpo el 5 de julio del mismo año y en la misma ciudad, en una casa del barrio Granizal, de la comuna 1. De acuerdo con Medicina Legal, la muerte se dio por asfixia mecánica. Y, según testimonios familiares y de vecinos, la relación que tenía la pareja era conflictiva, por lo que asumen que el crimen fue motivado por celos. (EL ESPECTADOR, 2019). Melany fue asesinada por su expareja de nombre, Miguel Ángel Naranjo, de 18 años. Quien fue sentenciado a 34 años, 8 meses y 15 días de prisión por el delito de feminicidio agravado. (EL ESPECTADOR, 2019). Pero dicha sentencia, no borra el hecho de que haya asesinado a su expareja por x o y razón. Nada borra el dolor que causó, y la vida de una persona que no volverán a ver.
“Los ‘hombres malos’ pueden ser peligrosos, es verdad, pero los ‘hombres buenos’, ya sean peligrosos o no, son el verdadero problema”

(Gail Pheterson. El prisma de la prostitución. Página 25)
Citado por: Centro Nacional de Memoria Histórica (2018), “Expropiar el cuerpo. Seis historias sobre violencia sexual en el conflicto armado), CNMH, Bogotá.



Crimen en año nuevo. Leidy Johana Morales Hurtado, 25 años.
Cali-Colombia. 2018





Johana nació en Siloé, en la Comuna número 20 al occidente de la ciudad. Era estudiante de Administración de Empresas en la Universidad Católica Lumen Gentium de Cali y próxima a graduarse. El tiempo en que Johana no estudiaba, trabajaba en una Iglesia y en una cerrajería, negocio familiar donde ayudaba a su padre.

Su cuerpo fue encontrado desnudo y amarrado a un tronco con un alambre de púas en uno de los canales que desemboca en el río Cauca, en el corregimiento de Navarro. Leidy Johana desapareció el 28 de diciembre de 2018; salió de trabajar a las 6 pm de la Iglesia “La Milagrosa” y nunca más volvió. Según investigaciones, su novio Camilo Alexis Martínez Restrepo de 20 años de edad, decidió asesinarla con ayuda de un primo también de 20 años de edad, tras haber tenido una fuerte discusión. El dictamen de medicina legal estableció que Leidy fue asesinada con un arma corto punzante.


Asesinada en Colombia. Ilse Amory Ojeda, 51 años Exsargento de carabineros de Chile.






Ilse Amory Ojeda salió el 5 de marzo de 2019 de su país natal (Chile) para continuar su vida en Colombia con su pareja sentimental Juan Valderrama, policía de 28 años de edad. Ilse desapareció el 30 de marzo de 2019. Juan Valderrama fue quien reportó la desaparición de Ilse, pero así mismo fue el principal sospechoso del crimen.



Otro feminicidio impune. Lucia Pérez, 16 años Ciudad Mar de Plata-Argentina, 2016



Una adolescente de 16 años, cabello negro, cejas marcadas y con una perforación en su labio inferior. Fue drogada, violada (anal y vaginalmente), empalada y asesinada. Según medicina legal murió de un paro cardiaco y encontraron su cuerpo con vidrios. Sus violadores-asesinos lavaron su cuerpo ya sin vida para borrar las huellas y fueron condenados a 8 años de prisión.


Su pecado fue llorar. Silvina Núñez, 3 años Florencio Varela-Buenos Aires, 2017 Niña de 3 años.






Su madre Victoria Núñez de 20 años de edad junto con su pareja sentimental Mauricio Fratti, de 26 años, fueron los responsables del asesinato de la pequeña. Según fuentes judiciales, Silvina fue violada anal y vaginalmente, causando así el desprendimiento de su vagina, y hemorragia. También, Fratti confesó que había abusado sexualmente de la menor y que Victoria Núñez la había estrangulado con un cordón de zapato porque la niña no dejaba de llorar. Los dos responsables de este feminicidio fueron detenidos, pero solo la madre quedó en libertad. Su pecado fue nacer en una sociedad demasiado horrenda.



Esos son algunos de los acontecimientos que dejaron en la vida de muchas personas, dolor, decepción e intranquilidad de salir de casa, o de enamorarse.  Son acontecimientos que dejan un motivo más para seguir buscando la equidad, dignidad y respeto de género.

Nancy Prada Prada (2018), coordinadora del enfoque de género y autora del Centro Nacional de Memoria Historia (CNMH), construye a través de historias contadas por víctimas de violencia sexual durante y en lugares donde el conflicto armado es consistente. Intenta dignificar a estas víctimas con las historias que cuenta en su libro: Expropiar el cuerpo. Seis historias sobre violencia sexual en el conflicto armado, CNMH, Bogotá.

Historias contadas por Liliana, Amaranta, Yerica, María Isabel, Sandra, y Helena, generan preguntas como: “¿Acaso estoy soñando? ¿Esto está pasando de verdad en Colombia?”. Al igual que estas mujeres, al igual que Liliana, usted desea contar su historia y hacerle saber al mundo sobre lo que pasa a nuestro alrededor, para dejar de ser indiferentes espectadores cómplices de esta verdad. Los colombianos tendríamos que entender que hacerse los de la “vista gorda”, los hace cómplices de esta tragedia.

“Nosotras éramos las marginadas, las que no tenían conocimiento, las que nadie escucha.” -Sandra

Prada N. (2018). Expropiar el cuerpo. Seis historias sobre violencia sexual en el conflicto armado, (“DOCE AÑOS EN LA CÁRCEL DEL SILENCIO”, p 171.), CNMH, Bogotá.

No se puede huir de la realidad, no se puede huir de esta vida que tenemos. No elegimos ser mujeres, y mucho menos ser víctimas de tanta violencia. Pero sí elegimos el camino por el que debemos seguir andando, el rumbo de nuestras vidas y de las generaciones que vendrán después de nosotras. Hace falta el empoderamiento femenino acompañado de muchos actos de valentía y reconciliación con nuestro pasado para afrontar con dignidad y justicia la realidad que vivimos.

Pese a que muchas mujeres guardan todo su dolor y verdad en un baúl con candado, y se proyectan al inicio de una nueva vida, la violencia les arrebata las ilusiones por la sombra que les persigue desde las experiencias vividas; y esa es una de las consecuencias más dramáticas de la violencia armada de nuestro país. Es por ello, que un gran número de mujeres deciden no denunciar, ni compartir parte de su pasado con alguien incapaz de empatía, incapaz de superar la indiferencia.

Conversar con mujeres que experimentan situaciones difíciles cada día demuestra que hay lecciones de vida de las que se puede aprender porque señalan el camino para la liberación; por eso la memoria es fundamental. Tendrían que integrarse colectivos en los que se reflexione lo que implica ser mujer y despojar esa palabra de los aditamentos que nos disminuyen y que desde el consumo nos ha vuelto una pieza de un engranaje que nos menosprecia o subvalora. Un colectivo nacional en pro de admitir que todas nuestras mujeres tienen derecho a una vida digna, a otra oportunidad de ponerle color a su existencia.

“Según el país, son los héroes de la patria, pero a mí ellos me trataron peor que la guerrilla, peor.”-opina Yerica sobre el Ejercito, que además del ELN y un paramilitar de la banda LOS PAISAS, abusaron de ella.

Prada N. (2018), Expropiar el cuerpo. Seis historias sobre violencia sexual en el conflicto armado, (“ELLOS SE FUERON, PERO A MÍ ME DEJARON EL MIEDO”, p.115), CNMH, Bogotá.

Como sociedad, es difícil aceptar que vivimos rodeados de estigmas sociales que mucho o poco contribuyen a solucionar o disminuir la impunidad que manejamos frente a circunstancias de violencia de género.

Con esto, no devolveré la vida  y dignidad de aquellas que fueron agredidas y asesinadas, pero se acercan tiempos de gloria, confío en eso, todas las victorias o batallas ganadas empiezan con un paso adelante, corriendo el riesgo por algo que pueda generar el cambio. Todos podemos ser la voz de aquellas que no la tuvieron, de aquellas que han querido hablar, pero a las que nadie escucha.

Qué triste es todo a veces, pero algunos miedos no se disipan, porque la realidad del país no permite que se disipen.




Referencias

·        Durán Núñez, Diana (22 de Marzo de 2018). “La importancia de la Ley Rosa Elvira Cely”. https://www.elespectador.com/noticias/judicial/la-importancia-de-la-ley-rosa-elvira-cely-articulo-745519
·        Semana, Revista (12 de Octubre de 2016). https://www.semana.com/nacion/articulo/yuliana-samboni--brutal-asesinato-a-manos-del-arquitecto-rafael-uribe/508848
·        El Espectador, Redacción Nacional. (18 de Enero de 2019). https://www.elespectador.com/noticias/nacional/antioquia/joven-es-condenado-mas-de-34-anos-de-prision-por-asesinar-su-novia-en-medellin-articulo-834760
·        Centro Nacional de Memoria Histórica (2018), Expropiar el cuerpo. Seis historias sobre violencia sexual en el conflicto armado, CNMH, Bogotá.


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