POEMAS DE HUGO MUJICA
POEMAS
DE HUGO MUJICA

Miyer
Pineda
(Poemas
tomados del libro DEL CREAR Y LO CREADO. Vaso Roto)
(La imagen del poeta Hugo Mujica fue tomada de https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-5761-2009-12-13.html y es de
Nora Lezano)
PAISAJE URBANO
Sobre
una rata muerta, en el fondo de la casa, va cayendo la nieve. Cae hasta
cubrirla y sigue cayendo después.
Ya
todo es blanco, como un puñado de pureza, en el jardín del fondo de la casa
iluminada.
DERROTA
Derrota:
triunfo de haberlo perdido todo.
Corona
de intemperies, arenas preciosas, tesoro sin duelo enterrado en los destierros.
La
tierra de nadie (los conquistadores sobran), abandonada florece. Destierro es
destierro de arenas: arena de nadie que a nadie retiene, arena de paso (no de
siembra) donde el exilio se ampara, donde nadie reina y cada uno es cada monje.
Jardín
de semejanzas: arena de nadie.
Afuera,
donde todo entra, corona de intemperies: don de la conquista de haberlo perdido
todo.
SEÑALES
La
locura se encarnó en un niño que gira ciego en medio de la plaza con una venda
en las manos, con una señal blanca sobre el precipicio del mundo, sobre la
llaga de tierra que se le va abriendo en las espaldas.
ENCUENTRO
Una
perra me mira, hedionda y llagada; me mira fijo pero sin fijeza. Me mira con
ojos que no se parecen más que a eso, a la mirada de una perra hedionda y
llagada, a un pedido, o que tal vez, sólo se asemejan a lo otro: a los ojos que
ella mira.
GÉNESIS
Sobre
el jardín desnudo aún no había caído la lluvia. Fue el hombre quien cayó, para
saber el perdón, para levantarse de a dos.
DE NIÑOS Y DE HOMBRES
Hay
hombres que son más que hombres, son la custodia del niño que juega con la vida
de esos hombres; hay otros que son menos que la vida de los hombres, son la
corteza del ataúd de cada niño muerto.
VIDA ABAJO
A
pie descalzo, sobre un cementerio de latas, tres niños empujan cuesta arriba un
carro vacío. Dos por el costado, uno por detrás.
Lo
empujan cuesta arriba,
vida
abajo.
PARAÍSO VACÍO
Sólo
la serpiente no fue arrojada: permanece arrastrándose en círculos más y más
cerrados, abriendo el infierno de un paraíso vacío. Gira en el vacío vaciando
un círculo en el polvo: el hueco espejo del terco rito de ser el dios de mi
propio infierno.
EN REDONDO
Hay
un niño muerto en la playa en pleno mediodía, y hay un perro girando a su
alrededor como enjaulado en la tierra. Un hombre los mira fijo, o la mirada lo
fija, pero no ve al niño, los niños muertos no se pueden ver, mirarlos no es
verlos, es verse un agujero en los ojos en forma de niño muerto.
HAY PERROS QUE MUEREN DE LA MUERTE
DE SU AMO
Hay
perros
que
mueren de la muerte de su amo
cuerpos
que no hacen el amor,
hacen
el miedo
que
no se agitan,
tiemblan.
Y
hay hombres
en
los que muere dios
como
una gota de lacre
sobre
el pecho
de un torso de mármol,
son
los que lloran cuando creen
estar
hablando,
o
gritan soñando, pero al alba
olvidan
el grito
con
que encendieron la noche.
Hay
hombres en los que gime dios
por
no encontrar un hombre
donde morir de carne,
pero
no llora como quien lo hace
solo,
llora
como quien llora abrazado a un niño.
Se educó, primero,entre hippies y luego con el poeta místico Thomas Merton (igual que Ernesto Cardenal, paralelo de Mujica en casi todo sentido). Realizó un mítico voto de silencio que duró siete años seguidos - lo cual se escribe fácilmente pero en carne propia debe ser demencial -. Esta poesía detenida, contemplativa, honda en su letargo, es uno de los pocos aportes de renovación a la literatura desaforada y simplista que se está escribiendo a esta hora dentro de este continente. Muchas gracias por compartir las palabras de Mujica.
ResponderEliminarMiyer hermano, muchas gracias por compartirnos las palabras de Mujica, escogidas y bien puestas, lejanas del bullicio...
ResponderEliminarNo lo conocía. Fue de mi agrado. Gracias.
ResponderEliminar