DON PRUDENCIO AGUILAR ES EL PERSONAJE MÁS IMPORTANTE DE LA HISTORIA DE COLOMBIA

DON PRUDENCIO AGUILAR ES EL PERSONAJE MÁS IMPORTANTE DE LA HISTORIA DE COLOMBIA

https://www.elheraldo.co/cultura/amaranta-ursula-191925
A todas las víctimas del conflicto, porque están presentes en las palabras que callamos y respiran en nuestro Idioma (A propósito del día del Idioma)

Y al abuelo de nuestra compañera Vanessa, in memoriam
Y porque entre sus libros
había una edición de Cien años de soledad de 1982.



Por Jairo Hernán Molano Avilés y MFP


Aquella tarde la brisa se paseaba por un sendero marcado por el tiempo, las vacas y los pasos de los campesinos que labraban sus campos, sin abandonar ruana y sombrero. Hizo su aparición muy misteriosamente un hombre que iba en un caballo blanco que caminaba a trote fino a pesar de que antes había sido un Rocín; sobre el caballo, un hombre de hidalga figura, quien llevaba una armadura oxidada, y junto a él, un hombre bajo y gordo con sombrero viejo, a lomo de burro.

Una señora que iba pasando por ahí se asustó al ver cómo aquel hombre le alegaba a un viejo molino, diciéndole:

-         ­Largaos de aquí Gigante. Dejad en paz esta vereda que es tierra gobernada por el Rey, padre de mi hermosa Dulcinea.

La mujer muy asustada, casi inmóvil, logró alejarse de la impresión y apartarse del camino. El hombre del asno se acercó un poco y saludándola le dijo que no tenía nada que temer, y mientras tanto, el hombre de la triste figura le gritaba:

-         Huid bella doncella, porque estos Gigantes son peligrosos por ser del Centro Democrático.

Y mientras se alejaba no alcanzó a percatarse de la caída del caballero, desde su Rocín. Allí en el suelo, y mirando hacia lo alto, el pobre hombre maldecía a un mago invisible que oteaba el aire:

-         Os maldigo hechicero por haber trabajado en la Procuraduría…

-    Y otra vecina que pasaba por allí quedó pasmada ante el espectáculo.

Reincorporándose el hombre desde el suelo, se dirigió hacia la mujer. Hola, bella dama; yo soy el gran caballero Don Quijote de la Mancha y aquel compañero que está al lado vuestro es mi querido escudero Sancho Panza. Os digo bella dama que deberías tener mucho cuidado; hay gigantes por todos lados y no tienen buen humor ni valoran lo distinto.

-La dama santiguándose le respondió: Deben ser castrochavistas y salió huyendo mientras gritaba: "Estudien vagos…"
 
Aquí estudiando: Juan, Jonathan, Seir, Adriana, Paula, Jaime, Vanessa, Melissa, Paula, Tania, Angie y Karen

Don Quijote quería preguntarle por el hombre que se paseaba por la vereda en los últimos meses y que decía llamarse Prudencio Aguilar, pero la mujer se dirigía a cobrar un salario que no se merecía, y no tenía tiempo para ese tipo de tonterías.

Prudencio Aguilar llevaba una herida en el cuello, y don Quijote le seguía el rastro; a lo lejos se divisaba el colegio de Quebrada de Becerras, y hacia allí dirigieron sus pasos…

En el camino se topó con un hombre salido de la nada. Era un comerciante del sector y le contó que había visto a alguien que se ajustaba a su descripción en los terrenos de Doña Lucinda; cerca de la huerta donde sus campesinos sembraban espinacas, uchuvas, cilantros y lechugas. Hacia allí se dirigió don Quijote después de agradecerle.

Luis Miguel Señor de Dragones

-Para servirle supersona- dijo el hombre alejándose a ordeñar sus vacas.

-         ¡Lo encontré sumercééé¡ Grito Sancho, un poco asombrado por lo que veía. El espectro intentaba taparse la herida con los dedos y sacaba agua del pozo para aliviar su sed.

-         A todos los fantasmas les da sed dijo don Quijote, y se le acercó.

-         ¿Es usted Prudencio Aguilar? Preguntó el caballero…

-   El espectro lo miró sin responder concentrado en el agua.
-  
 Sancho y Quijote tragaron saliva porque lo veían triste; se trataba de una tristeza infinita… como si ella se hubiera marchado para siempre “como los dinosaurios”, según dicen que dijo el poeta del río, Jorge Eliécer Ordóñez…

Detrás de los árboles había más espectros, seguían a Aguilar en busca del agua para calmar su implacable sed… Casi un millar de fantasmas encadenados por la sed y por la indiferencia de los habitantes de ese país de ficción llamado Colombia. Uchuvas, espinacas, cilantros y lechugas apenas sentían la presencia de estas víctimas de una guerra infame. El agua devolvía borrosa la imagen de estos seres que fueron exterminados porque nacieron en un país asesino y fratricida.

Pintura del maestro Neil Avella

Algunos estudiantes de Quebrada de Becerras reconocían a esos otros habitantes que compartían la sed de Aguilar. Allí estaban los de la masacre del Salado, gritaron Fredy, Brayan, Rosita y algunos de Noveno; allí están las de Mujeres y Guerra, y las mujeres del Placer, dijeron algunos de Octavo mientras Julio echaba un ojo por la ventana del salón, a una niña de Sexto. Están los de Bojayá, dijeron Ariana y Xiomara. Otros de Octavo se acercaron a las víctimas de la limpieza social y de las minas antipersona. En décimo, Duván dormía luego de una extenuante jornada de trabajo, y en la capilla todos rezaban para que siguiera la guerra… Unas profes desfilaban mientras otros hacían su mejor esfuerzo; otros afilaban sus lenguas para destruir el colegio y cubrir de esta manera sus propios miedos; otros tomaban decisiones sin pensar solo para imponer sus puntos de vista y convencerse de su poder…

Sancho conmovido, más que aterrado, le dijo a don Quijote:

-Algunos van mancos como Cervantes, ¡Por Dios!
A lo que don Quijote respondió:
-Manco el corazón del asesino y el del resto de país indiferente…


Los perros ladraban y olisqueaban la rutina y las golondrinas cruzaban el aire, ajenas a lo sucedido. La biblioteca continuaba conteniendo el agua de la lluvia que la va derruyendo poco a poco mientras los libros desde sus mundos presienten lo inminente. El mundo giraba como siempre y como continuará haciéndolo hasta que regresen los gitanos. Una alfombra pasaba volando llevando a unos concejales a sus mansiones, antiguos funcionarios de la Alcaldía maldecían por la cantidad de huecos en las calles y otros malgeniados visitantes de la SEM actuaban como si estuviéramos en plena Edad Media y flotaban sobre la Vereda exigiendo el registro de las hojitas que caían de los árboles, con su respectiva fecha y firma. Luis Miguel después de fabricar dragones le preguntaba al profe que si quería jugar Manzanita del Perú. Y el profe le respondía que NO, que estoy muy ocupado y que Largaos de aquí. Magally rechazaba nuevamente a Molano Avilés, y el caballero de la triste e hidalga figura intentaba liberar las cadenas que arrastraban ese enjambre de espectros cuyo zumbido es el alimento del olvido.
 
Gabo en su casa en México 2003 Tomada de http://cultura.elpais.com/cultura/2012/03/05/actualidad/1330952255_298141.html
-         Tendremos que seguir buscando Macondo por nuestros propios medios Sancho; allá hay información de Dulcinea.

-         Pero este país es Macondo, una parte horrible de Macondo, pero es evidente que hemos llegado. Buscar el amor exige paciencia señor don Quijote... y continuaron su camino en un país de monstruos atroces que olvida la importancia del lenguaje y el poder de las palabras.

Prudencio Aguilar se acercó a Vanessa, una de las estudiantes del colegio, quien lucha contra la maleza que invade la lechuga: –Saludos de tu abuelo- le dijo a la niña.

Luego se acercó a Paulita: -Saludos de perrito Guardián-. Y al profe Germán y al profe Ernesto: - Saludos de los padres.

Caballero y Escudero trepaban el páramo, y Prudencio y enjambre de espectros seguían su camino buscando el agua bondadosa capaz de quebrar la maldición y liberarlos de este mundo.




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