EN COLOMBIA VAN A PROHIBIR LA POESÍA PORQUE ADOCTRINA

R esulta ya gracioso cada vez que personas que pisan el fanatismo (o que se sienten bien en él, hasta el punto de no percibir la decadente maraña ideológica que los sostiene), reciclan palabras como ADOCTRINAMIENTO, con el propósito de desestimar o eludir su temor a asumir las evidencias de la realidad desde perspectivas comprensivas, críticas y -más importante aún- auto críticas. Si pasamos una imagen de niños del Chocó o de la Guajira, o de Boyacá, entonces estamos ADOCTRINANDO, o si decimos que la clase política ha sido un fraude porque no han podido encaminar al país hacia la modernidad, entonces estamos ADOCTRINANDO, o si asumimos la herejía fundamental de exigir que se respeten la vida y los DDHH o que no se roben los recursos, estamos ADOCTRINANDO. O si pedimos que se cuiden los páramos porque el agua de las ciudades peligra, adivinen, estamos ADOCTRINANDO. Por eso ya da risa esa fórmula; porque además de ser patética, es la expresión de una impotencia que busca encubri...