CUENTO Y POEMA
Intento eliminar esta imagen de la memoria del celular pero algo me lo impide. En mis clases cito, de vez en cuando, la tesis de Walter Benjamin, según la cual, todo documento de cultura es un documento de barbarie. La cito cada vez que necesito respaldar esa sombra de atrocidad o de bestialidad que acompaña las acciones del ser humano: desde la contaminación de los ríos y los mares hasta la sorprendente capacidad de destrozar la dignidad del prójimo, pasando por esa infinita indiferencia que nos caracteriza como especie.
Por eso decimos algunos profes -todavía- que a un aula llegamos a humanizarnos, a descubrir aspectos y dimensiones que nos permitan plantear que existe la solidaridad, la empatía, la capacidad de comprensión del sufrimiento del prójimo. A eso le llamamos Ética y es el piso de la Escuela en su totalidad, y del accionar de cada persona que trabaje en el campo educativo. Veo a esta anciana, y solo pienso en que mis alumnos deben estar aquí buscando resignificar la noción de humano, de ciudadanía y de democracia.
Veo la imagen y recibo el mensaje del gran poeta venezolano Gonzalo Fragui, a través del cuento de un escritor puertorriqueño... y de ahí, la diosa Mnemósine me recuerda el poema de un poeta colombiano que hemos leído una y otra vez, buscando alivio en sus versos.
Vamos a dejar la imagen para recordar que la perla de Boyacá es la ciudad cívica del departamento de Boyacá, y que en plena pandemia, los ancianos deben seguir ganándose la vida mientras se roban 50 billones de pesos al año, los honorables padres de la patria.
MFP
LA CARTA
Por José Luis González (1926-1997)
“A Graciany Miranda Archilla
San Juan, puerto Rico
8 de marso de 1947
Qerida
bieja:
Como
yo le desia antes de venirme, aqui las cosas me van vién. Desde que llegé
enseguida incontré trabajo. Me pagan 8 pesos la semana y con eso bivo igual que
el alministrador de la central allá.
La
ropa aquella que quedé de mandale, no la he podido comprar pues qiero buscarla
en una de las tiendas mejóres. Dígale a Petra que cuando valla por casa le boy
a llevar un regalito al nene de ella.
Boy
a ver si me saco un retrato un dia de estos para mandalselo a uste, mamá.
El
otro dia vi a Felo el ijo de la comai Maria. El también esta travajando pero
gana menos que yo. Es que yo e tenido suerte.
Bueno,
recueldese de escrivirme y contarme todo lo que pasa por alla.
Su
ijo que la quiere y le pide la bendision,
Juan”
Después
de firmar, dobló cuidadosamente el papel arrugado y lleno de borrones y se lo
guardó en un bolsillo del pantalón. Caminó hasta la estación de correos más
cercana, y al llegar se echó la gorra raída sobre la frente y se acuclilló en
el umbral de una de las puertas. Contrajo la mano izquierda, fingiéndose manco,
y extendió la derecha abierta.
Cuando
reunió los cinco centavos necesarios, compró el sobre y la estampilla y
despachó la carta.
EL DIOS QUE ADORA
Por Raúl Gómez Jattin (1945-1997)
Soy
un dios en mi pueblo y mi valle
No
porque me adoren Sino porque yo lo hago
Porque
me inclino ante quien me regala
unas
granadillas o una sonrisa de su heredad
O
porque voy donde sus habitantes recios
a
mendigar una moneda o una camisa y me la dan
Porque
vigilo el cielo con ojos de gavilán
y
lo nombro en mis versos Porque soy solo
Porque
dormí siete meses en una mecedora
y
cinco en las aceras de una ciudad
Porque
a la riqueza miro de perfil
mas
no con odio Porque amo a quien me ama
Porque
sé cultivar naranjos y vegetales
aún
en la canícula Porque tengo un compadre
a
quien le bautice todos los hijos y el matrimonio
Porque
no soy bueno de una manera conocida
Porque
amo los pájaros y la lluvia y su intemperie
que
me lava el alma Porque nací en mayo
Porque
mi madre me abandonó cuando precisamente
más
la necesitaba Porque cuando estoy
enfermo
voy
al hospital de caridad Porque sobre todo
respeto
sólo al que lo hace conmigo Al que
trabaja
cada
día un pan amargo y solitario y disputado
como
estos versos míos que le robo a la muerte
Es una excelente selección de textos y su lógica está mediada por la línea fronteriza entre poesía y narrativa. ALEJANDRO Casas.
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