MI CUNA FUE UN CANASTO



Los intermediarios se quedan con el dinero de los artesanos de QUEBEC y de Santana. Hay familias completas que subsisten gracias a esta labor. Hemos comenzado poco a poco a resguardar la memoria de estas personas mientras dimensionamos el valor patrimonial de sus saberes. Saludo especial a don Jaime Valderrama -padre de Deisy- por acceder a contarnos parte de su historia. Ojala esta ciudad se pusiera las pilas para fortalecer esta labor que hace parte de su memoria cultural... El canasto para el mercado podría ser la solución a tanta bolsa plástica que contamina el planeta... Se debería iniciar una campaña para hacer mercado usando un canasto fabricado por estos artesanos... pero esto implicaría voluntad y una seria disposición de aprender de la memoria, y eso es algo que no agrada mucho a los dirigentes políticos de ahora ni a las generaciones que los siguen, encantadas con lo que hoy por hoy es uno de los rasgos de lo que sería el síndrome Trump: consumir y consumir sin pensar en los efectos del consumo, es decir, el resultado de esa conjunción que se da entre el consumo y la mediocridad. Planteamos la reflexión y ya le corresponde al lector participar en el debate... 
                                                                                      Miyer Pineda
                                         

MI CUNA FUE UN CANASTO


Por Deisy Tatiana Valderrama

El Maestro Darío  Gutiérrez y Deisy Tatiana. 
La cestería o el arte de hacer canastos es un trabajo casi totalmente manual; como todo arte requiere un poco de paciencia, trabajo y esa experiencia que se adquiere con el tiempo. En las veredas de Quebrada de Becerras y de Santana se dice que este arte proviene de nuestros ancestros, los indígenas muiscas, quienes ya fabricaban este tipo de elementos.

Para hacer canastos se usan varios materiales, pero el más utilizado es la gaita. Aunque todos piensen que se trata de un trabajo fácil, no es así. Las personas solo ven el resultado final y no piensan en que se sigue un proceso y en que en cada producto terminado hay un pedazo de vida del artesano.

El primer problema que debe sortear el artesano es la consecución de la materia prima; en este caso se trata de la gaita, que es un elemento natural que se considera como exótico y que por tanto es protegido por los organismos que resguardan el medio ambiente, en este caso CORPOBOYACÁ. Esta corporación asegura que la gaita se encuentra en vía de extinción y que es parte vital de los ecosistemas ya que resguarda la humedad de la tierra. Sin embargo otros opinan lo contrario, y en las entrevistas que realicé, se concluye que esta planta produce resequedad en la tierra. Lo cierto es que el debate está abierto; aparentemente si se deja de cortar la planta se seca y por tanto debe podarse.

Deisy y el maestro Nelson Sierra
Lo cierto es que hasta el momento se multa a aquellas personas que transportan o venden este material. Esto ha provocado que las personas que viven de su uso, la transporten ilegalmente para poder trabajar y alimentar a sus familias. Los artesanos han intentado utilizar otros materiales, incluso reciclables, pero los compradores no han colaborado y pagan menos o se interesan. Este problema es un reto para diseñadores y científicos. Si se logra la reutilización de un material semejante ayudarían a las familias que viven de las artesanías.

Más allá de eso preocupa que esta situación lleve a la gente al desempleo; pareciera que se quiere arrojar a estas personas a que trabajen en otras cosas y por menos dinero; someter y explotar pareciera ser el objetivo.

Lo anterior también ha provocado que se deje la tradición de los canastos; se está perdiendo esta tradición por la que eran conocidas estas veredas; esa era nuestra cultura y desaparece sin que a nadie pareciera importarle.

Padre de Deisy... un gran artesano en la vereda.
A parte de la gaita se utiliza triplex y anilina. Una vez elaborado el canasto los artesanos venden su mercancía a intermediarios quienes los transportan y los revenden en otras ciudades a precios mucho más altos que los que pagan a sus fabricantes originarios. Esa es parte de la triste realidad; se aprovechan y les pagan a los artesanos muy poco dinero por lo que terminan cobrando al final. Entonces el artesano paga mucho por el material y tiene que vender el producto a muy bajo costo; no es un trabajo muy rentable, y muchas de las personas que seguían esta tradición no pudieron adquirir ni su casa, ni un lote o algunos bienes patrimoniales para heredarles a sus hijos.

La ciudad se siente orgullosa de sus artesanos pero no comprenden que apenas su labor les da para sobrevivir. Trabajar para comer; por eso muchas personas terminan yéndose a trabajar al sector urbano, sometiéndose a la humillación de un salario bajo, o de maltratos en oficios que le son ajenos y que no pertenecen a su tradición. Incluso es triste ver cómo muchos de los jóvenes han terminado valorando más la delincuencia y el vicio que el trabajo digno de crear una artesanía hermosa para que alguien la compre. Se ha olvidado que el artesano solo busca ganarse la vida de manera honorable.

Y mientras tanto, esos políticos de este país se roban el dinero con el que se podrían financiar microempresas en este sector del país. De manera que todos tuviéramos empleo y pudiéramos exportar nuestros productos.




Ya van 4 veces que sacamos el Museo a la calle en una ciudad en la que nunca nadie
hizo este tipo de ejercicios... ya más gente comienza a sumarse.

Mi padre recuerda que sus abuelos elaboraban los canastos con materiales que tenían que conseguir en sitios que quedaban hasta 20 o 30 kilómetros de su hogar. Iban a pie y regresaban a pie. En ese tiempo se hacían en “asiento” así que tenían que tejerlo totalmente con gaita y con varilla.

Y luego bajaban al centro a pie, cargando los canastos para venderlos, obtener dinero, hacer algo de mercado y volver a subir hasta la casa.

Los abuelos enseñaron a sus hijos, y nuestros padres intentan que aprendamos la labor. Mi abuelo era transportador y por tanto mi abuela hacía los canastos; mi abuelo cuando descansaba la ayudaba. Una tía recuerda que cuando mi padre era bebé, en casa de mis abuelos, veía cómo lo dejaban en un canasto grande de asiento, con unas cobijas y almohadas; y que mientras ellos trabajaban, él jugaba hasta con las sobras de la gaita. Mi padre es un gran artesano, puede decirse que trae el oficio en sus venas. Llegaba de la escuela y junto con sus hermanos se sentaban  trabajar a con mi abuela.

Mi abuelo cada vez que descansaba también fabricaba canastos pero estos eran únicos; mi padre recuerda en especial uno que tenía forma de jarrón; era increíble la pericia de mi abuelo porque no utilizaba molde y lo hacía a puro pulso.

Mi padre al cumplir sus trece años perdió a mi abuelo quién falleció en un accidente de tránsito; por ser el mayor, tenía la obligación de colaborarle a mi abuela con los gastos de la casa, y la única alternativa para su sustento fueron los canastos. Esto es valioso para nosotros, la artesanía sacó adelante a una familia en dificultades.

Mi papá trabajó un tiempo en casa y luego con un primo que sabía más de artesanía fina y así se fue perfeccionando; su primo hoy en día es mi padrino. Trabajó mucho y colaboraba con el mercado siempre pensando en su sueño de poder continuar con sus estudios, e incluso poder realizar cursos de mecánica. Lamentablemente esto se frustró con la partida de mi abuelo, y mientras tenía que trabajar por él, sus hermanos y mi abuela, sus amigos pudieron lograr sus respectivos sueños. Esto es lo duro de tener que asumir el papel de padre cuando se es un niño.


Bocetos de canastos Deisy Valderrama

Bocetos de canastos Deisy Valderrama

Aquí es donde el Estado tendría que intervenir; colaborar a este tipo de muchachos quienes quieren salir adelante; invertir el dinero de tantos impuestos en ofrecer las posibilidades para salir adelante mientras se trabaja y se ayuda a la familia. Gracias a Dios por esos canastos, por la gaita, y por un padre así.

Mi padre se dedicó a la artesanía hasta la edad de 20 años. Desarrolló una habilidad tan genial que le permitió el diseño y la fabricación de un canasto aún más complicado que el que se fabricaba hasta entonces. Esto es admirable y una lección de diseño; sin estudios logró innovar dentro de su quehacer. Hasta el día de hoy mi padre continúa trabajando durante la temporada de septiembre a diciembre.

Él también se dedicó a ser transportador por un tiempo. En este oficio duró aproximadamente 10 años. Ya tenía a mi hermana mayor, a mi hermano y a mí; casi no lo veíamos porque pasaba meses enteros fuera de casa. Mi hermano tenía como 4 años y lo extrañábamos mucho. Mi hermano comenzó a olvidarlo. Fue duro darse cuenta de esto; en esa oportunidad mi padre volvió después de 9 meses; llegó feliz a ver a su hijo consentido y se encontró con la sorpresa de que él, en lugar de correr a abrazarlo, se fue llorando a donde estaba mi madre para decirle que había llegado un extraño. Duró como dos días sin reconocerlo y al poco tiempo se dejó abrazar.

Entonces mi padre decidió dejar el transporte y continuar con la artesanía. Es un gran padre y sabe que no conviene alejarse mucho del hogar. Está agradecido por ser artesano porque no necesita hoja de vida para poder trabajar en ese oficio y porque con esto siempre ha tenido para comer. Él reconoce que el arte de hacer canastos fue una bendición; llegó cuando más la necesitaba y aunque no le ha dado muchas cosas materiales, saca a muchas familias de emergencias y dificultades.

Guardián y Natalia, Xiomy, Rosita y Deisy en Santana
Mi padre es admirable porque se propuso salir adelante y lo consiguió en vez de dejarse vencer por el dolor y la impotencia. Ha aprendido de todo en la vida, sin embargo es duro comprender que pagan muy poco por su esfuerzo y el producto de su arte.  Es muy poco lo que pagan por este preciado tesoro; deberían crear una empresa que logre dignificar este trabajo. Sobre todo teniendo en cuenta el alto precio de los materiales; otro hecho que ha provocado que la gente poco a poco se retire de este oficio.



MATERIALES:

El tipo de canasto que desarrolla mi padre se desarrolla con:
-Gaita
-Cuchillo
-Segueta
-Anilina
-Laca

-Tabla de triple, y otros accesorios.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LAS VERDADES DE MI MADRE

Las raíces de la Atlántida. Acercamiento a la poética de Tulio Galeas.

Conjuro nocturno o la poesía como hilo de Ariadna. Acercamiento a la poética de Virginia Vargas Avella