POEMAS DE ELKIN JIMÉNEZ JAIMES


POEMAS DE ELKIN JIMÉNEZ


Elkin Jiménez nació en Pailitas (Cesar) en 1977. Deambula por pasillos de hospitales y por las calles de una ciudad gris. En los primeros resguarda la belleza que la segunda ultraja entre frivolidad y estupidez. Asombra el tiempo geológico que dedica a sus líneas. Mientras todos los poetas del reino solo quieren publicar y publicar, Elkin pareciera divertirse en lo contrario: fragua versos letra a letra, piedra a piedra. Algún día a lo mejor termine su segundo libro. Valga este mensaje en esta noche lluviosa para que continúe su batalla con la musa.


Tomados del libro En ausencia de la apnea (2014)

Dudas

Un día veré a la sombra atravesar la ventana
Y no será Dios
Ni el asesino
Ni la muerte

Apuntalado con ojos de buitre
permaneceré sobre el desvencijado taburete
en espera de la arrogancia del nuevo día


El reino de la ceguera

No lleves enfermos a los hospitales
Putas a los burdeles
Delincuentes a las prisiones
Locos a los sanatorios
Muertos a los cementerios
Ni pongas libros de poesía
en escuálidos anaqueles de frías bibliotecas
la vida está saturada de la fe

La pantera caza primero para la cría
Los árboles devuelven con afables sonrisas
el crimen de arrancarles un brazo
y te recuerdan en el otoño la calvicie del tiempo
La hormiga no cuestiona órdenes
se apura a obedecer a la reina
sabe que de ella depende su vida en el invierno

En el reino de la ceguera
las verdades se apilan
como frutas podridas sobre el mostrador


Danza de caracoles

Arden los troncos en la hoguera
Las ranas cantan en el charco de siempre
Se frota las manos la avaricia por las calles
Y al compás de las firmas en las chequeras
alejados del bullicio de la iglesia
fornican los caracoles


Noche de espanto

Eché a volar los cuervos
les abrí las pesadas rejas
y los liberé como el que libera palomas
también ellos merecen un trozo de paraíso
un relámpago engañoso de vida
Cuando regresaron la brumosa mañana
traían el plumaje suelto de la piel
el color opaco envejecido y sucio
Tenían el aspecto de un ser andrajoso y moribundo
y la mirada de quien ha sobrevivido al horror
el alma se había desapegado de la negra carne
porque le repugnaba su aspecto
y del pico destrozado por las heridas
emanaban las larvas de los sueños

Eché a volar los cuervos
Abrí  las pesadas rejas
Los liberé como el que libera palomas
una noche de espanto


Travesía

En la memoria danzan el sepulturero y la pala
Se escucha dolorida la música rustica
                                                                    torpe
Alguien insiste en cavar
en ensañarse con la tierra
A lo lejos el mortal
carga a cuestas la sólida cruz
que al final del día le servirá de almohada


Elección

La zancada del guepardo no es la pesadilla
El quejido al venado no le prolonga la vida
El halcón es un remedo de buitre
La hiena no es la madre consejera
Los barrotes solo son aves carroñeras
Los poetas son ángeles de negras falanges
Y tú, mi hermano cruel
¿Qué bestia elegirás ser hoy?


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