UNA VISTA ATRÁS
Darío Rodríguez, experto fabulador, librero, bibliotecario, melomano, viajero inmóvil y poderoso lector, comparte con nosotros el siguiente texto:
Una
vista atrás
Por
Darío Rodríguez
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Imagen tomada de http://es.creepypasta.wikia.com/wiki/Archivo:Reloj-de-arena-.jpg |
Los Kogui de la Sierra Nevada
en Santa Marta piensan que el futuro está detrás y no delante de nosotros.
Semejante concepción del
tiempo no solo sacude nuestras consideraciones tradicionales de lo cronológico
sino que, además, las pervierte.
La idea contradice esa
sospecha de incertidumbre que solemos adjudicarle al porvenir. Si lo
encontramos a nuestra espalda o lo cargamos, incluso si tan solo fuese
caminando tras nuestro paso, nada tendría más certeza dentro de la aventura
vital y demente que el futuro. Al cual, desde luego, no podremos ver a la cara.
Es lo más próximo que tenemos, aunque nunca lo entenderemos del todo y por tal
razón su rostro será invisible por completo. Como sucede con los seres más
queridos o con las causas a las que les hipotecamos el alma.
Entonces una perversión se
cierne para bien en la estampa del tiempo que vendrá: la sospecha de su
inexistencia, o de su condición de sombra.
Es necesario cierto tipo de luz para presentirlo. Nuestro pasado quizá
resulte ínfimo o endeble a la hora de brindar resplandores. En ocasiones los
reflejos luminosos no puede aportarlos ni siquiera este presente en el que
vivimos para cumplir tareas que no nos gustan o nos desesperan.
La luz tal vez jamás llegue.
Y con su ausencia, la sombra que acompaña al reverso de los que somos tampoco
vendrá.
El asunto aquí, en
definitiva, no es que el porvenir se encuentre poblado de penumbras. El asunto
es que no existe.
Y por eso quizá nuestra tarea
fundamental sea crearlo.
Darío
Rodríguez (1977). Estudios de Filosofía, Universidad Santo Tomás.
Ha publicado las novelas Cuaderno
invisible (Culturama – 2015) y Observaciones
desde una ventana (Garcín Ediciones – 2013), además del compilado de piezas
escénicas Aproximación a nada
(Culturama – 2014).
"los acechadores cambian de dirección, encaran el tiempo de forma diferente: enfrentan el tiempo como va llegando, no como se va". Uno de los ejercicios que Don Juan Matus le daba a sus aprendices era caminar hacia atras, hasta que pudieran ver a traves de su cuerpo...
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